MANIFIESTO MASAJÍSTICO

El material que encuentren en este blog va a tener como guías las siguientes premisas:

- dar masaje no es hacer toc-toc con el canto de la mano en la espalda de la gente, ni es frotar a alguien con pomada átomo desinflamante.

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dar masaje es el acto de contacto humano más evidente y potencialmente profundo, porque

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el cuerpo refleja todos los contenidos psicológicos, psíquicos o espirituales de la persona. Por lo tanto, el contacto que se da durante el masaje tiene potencialmente repercusiones en todas esas áreas.


Desarrollo y justificación de estas premisas, en los siguientes artículos, que se pueden navegar también por las etiquetas del costado.


jueves, 14 de enero de 2010

La vida cotidiana y la degradación de lo óptimo

Esta estructura, que se mantiene óptima cuanto más cercana a la verticalidad -entendida como recién dijimos- está constituída, en orden de importancia, por huesos, músculos y tendones, órganos y tejidos intermedios varios.

Los huesos son la parte más “incorruptible” de la estructura: huesos y cartílagos, salvo malformaciones específicas, congénitas, traumáticas, o adquiridas a través de mucho tiempo, no tienden a cambiar su forma.

Músculos, órganos y tejidos intermedios, en cambio, pueden cambiar su forma de manera mucho más fluída: los músculos porque su función misma es cambiar de forma, dentro de ciertos límites, y los órganos y tejidos intermedios por razones que ya veremos, pueden afectarse mucho entre sí, afectando la capacidad de los músculos de cumplir su función.

En términos generales, todos los tejidos deben mantenerse humectados, fluídos (en el sentido de permitir el tráfico de sangre, agua, linfa y líquidos inter e intra celulares) y adecuadametne separados e identificados entre sí. Cuando un órgano cualquiera no funciona bien produce un cambio en la calidad de los tejidos circundantes, ya sea a través de la liberación de toxinas, del cambio en el ph, en el balance eléctrico o en el tono muscular, empastándolos, secándolos o comprimiéndolos, dificultando a su vez el tránsito de fluídos en un círculo vicioso.

Esto puede ocurrir por motivos puramente mecánicos ó químicos, como una dieta mal balanceada o un excesivo sedentarismo, o por el tipo de motivos que abordamos desde nuestra perspectiva: diferentes formas de somatización. En un sentido amplio, mala dieta y excesivo sedentarismo son somatizaciones porque son conductas que expresan físicamente una realidad psicológica previa a la conducta expresada (o por lo menos en diálogo y realimentación permanente con ella).

Pero estos y otros desórdenes requieren probablemente abordajes diferentes del masaje, ya sea psicoterapia o cursos de cocina sana.

Como veremos, el aprendizaje, la adquisición de nuevos elementos de conducta instintiva y el diálogo y realimentación con la realidad son partes fundamentales de nuestra línea de trabajo.



Así como tal vez la mayor parte de las afecciones orgánicas cae fuera de nuestro ámbito de trabajo, la minoría que sí entra comparte vínculos estrechos con las afecciones musculares, cuya gran mayoría, inversamente, constituye nuestro campo.

Esta vinculación estrecha es doble: por un lado, el mecánico, cuando un órgano funciona mal e “intoxica” a los tejidos circundantes, modifica directamente su tamaño y movilidad, con lo que el juego entre el movimiento de estos tejidos y el de los músculos se ve reducido.

Por otro lado, el somático o expresivo, cada órgano es pasible de afecciones somáticas o expresiones afectivas propias de él.



La idea central es que el cuerpo expresa estados psiquicos (emocionales, intelectuales, etc). Cuando todo funciona bien, estos estados y expresiones concomitantes son fluidos y pasajeros: cambian de dia en dia, reflejando lo que corresponde a cada momento.
Cuando algo anda mal, dejan de ser pasajeros y fluidos y, tanto los estados como su expresión física, se "estancan". Si pasa eso, pueden llegar a "acumularse".

Ejemplo rapido: un dolor (una ruptura de pareja, una perdida X) que uno no quiere asumir y por lo tanto reprime, y por lo tanto perpetúa, dentro de la mente y dentro del cuerpo.
Ese tipo de represiones tienden a producir una o varias somatizaciones específicas.
Siguiendo con el ejemplo, podemos decir que la tristeza de la pérdida produce somatizaciones en el plexo solar (la boca del estómago). Uno siente ganas de llorar, y ya eso solo tiende a contraer la musculatura de la zona, como parte del movimiento del llanto.

Pero además, en caso de represión, se suma a la somatización la tensión muscular con que la persona, inconcientemente, busca anestesiar el dolor o tristeza que se somatiza.
Sobre eso se produce un ciclo de dolor - tensión muscular - represión - más tensión, que termina afectando la postura: el plexo se ahueca, arrastra el pecho hacia dentro, le quita sostén a los hombros y la cabeza, y todo se inclina hacia delante. Al poco tiempo, la cintura empieza a suplir con su propio esfuerzo el equilibrio que se perdió al ahuecarse el pecho y perder la cabeza su sostén "por apilamiento".

Es un ejemplo rápido y ficticio de cosas más complejas pero que pasan en lineas generales de esta forma, y son muy comunes.

Siempre que se produzca algo parecido, la tensión muscular innecesaria derivada de malos hábitos posturales, somatizaciones y represiones, "tira" de los lugares donde los músculos se insertan, acercándolos entre si, modificando la estructura total y restando en términos generales espacio al cuerpo: los hombros se acercan a las orejas, el pecho se reduce de tamaño, las vértebras se comprimen entre sí, dificultando el cumplimiento de todas las funciones, y generando una estructura corporal antieconómica y pesada en el movimiento, que cuenta con menos espacio interno para la libre circulación de los fluidos y la adecuada nutrición celular, que puede comprometer haces nerviosos y que, además, perpetúa y reproduce el mal aprendizaje o la somatización original.